DIETA Y OBESIDAD

El hambre y la adicción a los dulces son las dos causas que obligan al obeso a ingerir alimentos que engordan en las horas nocturnas. Por ello, es primordial que la dieta se enfoque en el control de esas dos fuentes.

Para lograr estos objetivos e incluir en la dieta tanto los alimentos que controlan el hambre como los que frenan la adicción, se requiere que esta acelere el gasto calórico y permita que, aún comiendo mucho, la persona no engorde.

Si controla el hambre y la adicción por las harinas conseguirá la delgadez en forma permanente.

Por el contrario, si en las noches siente hambre o deseos de comer harinas, pan o dulces, de nada servirá someterse a una dieta que lo haga adelgazar aceleradamente porque un día simplemente no resistirá más y engordará de nuevo.

Es difícil creer que, con todos los avances científicos y conociendo las graves consecuencias de la obesidad, esta no sólo no se ha podido erradicar, sino que por el contrario, su incidencia se incrementa año tras año y actualmente alcanza cifras casi epidémicas en todo el mundo.

Además de ser un problema estético, la obesidad predispone severamente a padecer enfermedades cardiovasculares, infartos, trombosis, hipertensión y la diabetes del adulto. Favorece también una aterosclerosis prematura, la aparición del cáncer – especialmente el de mama, de colon y de útero – y como era de esperar, esta “epidemia” de obesidad ha conseguido un incremento de la diabetes del adulto y que ahora tiende a aparecer en personas cada vez más jóvenes.

obesidad DIETA Y OBESIDAD

Una de las grandes fallas que se observa en los métodos de adelgazamiento es que van dirigidos a tratar la gordura y no los impulsos adictivos que obligan a los obesos a ingerir alimentos en las horas que más engordan.

Se preguntarán, cómo es eso de las horas que más engordan? Si, el metabolismo de nuestro cuerpo está regido por los ritmos naturales.

Es fundamental considerar las oscilaciones que presentan las hormonas energéticas cada 24 hs., pues estas fluctuaciones determinan en qué momento del día los alimentos se transformarán en energía y en qué momento en grasa.

Existen una infinita cantidad de métodos y dietas para perder peso pero en la mayoría de los casos, los que las siguen terminan fracasando.

Casi todas las dietas – las bajas calorías, las comerciales con nombres llamativos, las que restringen las harinas casi por completo o totalmente y las que consisten en un solo alimento – tienen el mismo y triste final: el retorno a la gordura a medio o más largo plazo. Y lo peor de todo es que la mayoría de las personas que hacen estas dietas para perder peso terminan más gordos que cuando empezaron – el famoso efecto rebote!

La explicación está en que las dietas restrictivas bajan el metabolismo, y eso favorece el retorno a la obesidad, porque en cuanto la persona se excede un poco o se sale de la dieta, el metabolismo se encontrará disminuido e incapacitado para quemar ese excedente de calorías que repentinamente se incorporan.

Muchos estudios han determinado que comer menos no es un buen método para adelgazar, pues, además de exacerbar la adicción hacia los carbohidratos como pan, galletas, dulces, mermeladas, pasteles, etc.,  también baja el metabolismo, lo que facilita el aumento de peso con menor ingesta de alimentos. Como resultado de esta práctica, luego de un breve período de adelgazamiento, se inicia un rápido retorno a la obesidad.

Mientras se pierde peso a gran velocidad, la persona se muestra satisfecha, piensa, “Sí, la dieta funciona!”, pero a medida que el ritmo de adelgazamiento va disminuyendo, el hambre, la debilidad y la adicción por los dulces y harinas se incrementa hasta hacerse incontrolable. Y como ya no hay compensación considerable por los esfuerzos y sacrificios, se deja bruscamente la dieta y se empieza a comer desenfrenadamente todo lo que estaba prohibido. Incluso si tras abandonar la dieta no se empieza a comer de manera descontrolada, se acabará recobrando el peso perdido de cualquier manera, ya que, como se mencionó anteriormente, el metabolismo se encontrará disminuido e incapacitado para quemar ese excedente de calorías que repentinamente se incorporan, sean muchas o no tantas. Ese exceso de calorías se va acumulando, día tras día de haber abandonado la dieta, y el retorno al aumento de los depósitos de grasa será inminente.  Se abandonan así, una tras otra, todas las dietas que se prueban, y con cada fracaso, se termina más gordo y más desesperado.

Entonces, cuál es ese método que nos permitirá salir del pozo de los fracasos y conseguir la delgadez en forma permanente?

Es el Método Circadiano, o método de los Ritmos Naturales, el cual nos enseñará cómo adelgazar en forma permanente con una dieta acoplada a los ritmos naturales de las hormonas energéticas que le facilitará el control del hambre y de las adicciones por los dulces y harinas. Este método es una forma de nutrición que acelera su metabolismo y la conversión de los alimentos en energía, protegiéndolo del retorno a la obesidad.

Fuente: Basado en el libro Ni Una Dieta Más de Daniela Jakubowicz.

Comments (2)

 

  1. [...] Como los ritmos de las hormonas energéticas dependen de la luz solar es obvio que para adelgazar es necesario acoplar el consumo de los alimentos a estas oscilaciones naturales. De esta forma orientaremos los nutrientes hacia su conversión en músculos y en energía a la vez que disminuiremos su conversión en grasa. De esta manera, los alimentos nos nutrirán y evitaremos la obesidad. [...]

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