LOS RITMOS CIRCADIANOS – SU EFECTO E INFLUENCIA EN OTROS ASPECTOS DE NUESTRO SISTEMA
- En las mañanas las personas se concentran mejor, la mayoría alcanza el máximo de alerta y capacidad de atención a las 1.00 a.m., lo cual coincide con el pico de producción de adrenalina. Luego, la adrenalina disminuye y con ella el nivel de atención hacia la tarde. La memoria inmediata y el razonamiento llegan a su punto máximo en las horas matutinas, en tanto que la memoria a largo plazo aumenta durante la tarde.
- La destreza manual también es inmejorable en horas vespertinas, y todos los sentidos – gusto, vista, oído, tacto y olfato se agudizan hacia las horas de la tarde y tempranas horas de la noche.
- La temperatura se va elevando hasta alcanzar su pico a las 3.00 p.m.; esto ocurre tanto en personas sanas como las afectadas por estados gripales o febriles, para quienes es notorio el empeoramiento a esa hora de la tarde.
La Presión Arterial
La presión arterial comienza a elevarse en la madrugada y alcanza sus niveles máximos en las primeras horas de la mañana. Esto explica la intensificación de todos los síntomas derivados de la presión alta en las personas hipertensas en esta parte del día, que llegan incluso a despertarse en la madrugada con un intenso dolor de cabeza inducido por el pico de tensión.
El pico matutino de adrenalina eleva la presión arterial, por lo que el corazón está más acelerado, disminuye el flujo sanguíneo en las arterias coronarias, la sangre es más densa, las plaquetas (elementos de la coagulación) se pegan, se adhieren más y la demanda cardíaca es superior en la mañana.
En general, todos los elementos de riesgo cardiovascular ascienden desde la madrugada sin detenerse, hasta alcanzar un tope entre las 8.00 y 10.00 a.m. Varios estudios han confirmado el mayor riesgo de sufrir infarto, muerte súbita, trombosis o accidentes cerebrovasculares en las horas matutinas.
Los Ejercicios Físicos
Con motivo del mayor riesgo cardiovascular matutino, no se recomienda el ejercicio físico en esas horas a personas con problemas cardíacos, ya que su práctica contribuye aún más con el alza de la presión arterial y el pulso, además de estimular la producción de adrenalina, de hecho ya acrecentada en las mañanas.
Es mejor hacer ejercicios o deportes por las tardes, cuando contamos con un mayor flujo en las coronarias, menor presión sanguínea (la sangre es más fluida), los factores de trombosis están disminuidos y la demanda cardíaca es baja.
A la tarde y al anochecer mejora la capacidad aeróbica y el metabolismo de las reservas durante el ejercicio – el rendimiento físico es óptimo a esa hora del día.